La causa caratulada Mendez et al. v. Westminster School District of Orange County et al., demanda judicial de la época de la Segunda Guerra Mundial que entabló con éxito un grupo de padres de California, conscientes de sus derechos civiles, a efectos de poner fin a la segregación por nacionalidad en las escuelas, será conmemorada en una estampilla postal al cumplirse el 60º aniversario.
Gonzalo y Felicitas Mendez, inmigrantes que vinieron a Estados Unidos cuando eran niños, soñaban con vivir el sueño americano. Él había nacido en México y ella en Puerto Rico, pero se conocieron y casaron en California. Por ende les pareció un insulto que, en 1943, la escuela primaria de Westminster, una comunidad agrícola del sur de Los Angeles donde Gonzalo y Felicitas tenían su hogar, no permitió el ingreso de sus tres hijos.
Las escuela públicas segregadas eran comunes en ese entonces. En California y en todo el Sudoeste, los hijos de mexicanos asistían a escuelas que habían sido designadas especialmente como “escuelas mexicanas” y cuyas instalaciones eran de inferior calidad. Las prácticas discriminatorias eran comunes también en los cines, donde los mexicanos tenían que sentarse en los balcones, y en las piscinas públicas, donde sólo podían ir en aquellos días designados para mexicanos.
Tras ver que sus hijos no habían sido admitidos en la Escuela Westminster en el otoño de 1943, Gonzalo Mendez fue a discutir la situación con los funcionarios escolares. El consejo escolar otorgó un permiso de ingreso especial a sus hijos pero, el 2 de marzo de 1945, Gonzalo Mendez y varios otros padres hispanos demandaron a cuatro distritos escolares (Westminster, Santa Ana, Garden Grove y El Modena) en nombre y representación de 5,000 niños. Esta demanda, pionera en su tipo, se conoce con el nombre de Mendez v. Westminster.
El abogado de los demandantes, David Marcus, atacó la doctrina imperante de “separados pero iguales” que sostenía que era aceptable ofrecer instalaciones públicas separadas en función de la nacionalidad, o algún otro criterio, en la medida que tales instalaciones fueran comparables. Marcus argumentó que no eran comparables y presentó el testimonio de padres y alumnos, así como de sociólogos y docentes, que declararon que a raíz del trato recibido en función de la doctrina “separados pero iguales” los niños se sentían inferiores y ello les impedía ingresar de lleno en la cultura estadounidense.
Los demandantes alegaron que tales prácticas por parte de las escuelas de California violaban sus derechos constitucionales. El 18 de febrero de 1946, el Juez Federal Paul J. McCormick decidió que el sólo hecho de proporcionar los mismos libros de texto, cursos e instalaciones comparables en escuelas separadas no brinda a los alumnos la misma protección según la ley, y que la igualdad social es un "requisito fundamental" del sistema escolar estadounidense.
Los distritos escolares apelaron, pero la decisión fue confirmada cuando el Tribunal de Apelaciones del 9º Circuito de San Francisco dictaminó, el 14 de abril de 1947, que las escuelas no podían segregar por nacionalidad. El dictamen se fundamentó estrictamente en la interpretación según la cual la ley estatal no permitía la segregación en función de la ascendencia mexicana. El Tribunal sostuvo que no existía ley alguna que lo permitiera pero que dicha discriminación venía llevándose a cabo con la falsa apariencia o pretensión de legalidad. El 14 de junio de 1947, Earl Warren, gobernador de California que posteriormente fue nombrado para la Suprema Corte de EE.UU., revocó la ley que permitía la existencia de escuelas segregadas para asiáticos e indios (a partir del 19 de septiembre).
El fallo de Mendez estableció un precedente legal importante, aunque indirecto, para las causas de otros estados y a nivel nacional. En 1954, Warren era presidente de la Corte Suprema de EE.UU. cuando emitió su opinión en la causa Brown v. Board of Education, declarando la ilegalidad de la segregación en todo el país. Con anterioridad a ello, Thurgood Marshall había sido uno de los autores de una opinión respecto del caso Mendez presentada por la National Association for the Advancement of Colored People (NAACP). Dicha opinión sirvió como modelo para el argumento usado en la causa Brown v. Board of Education. Otras organizaciones que presentaron opiniones respecto del caso Mendez fueron la American Civil Liberties Union, American Jewish Congress y Japanese American Citizens League.
En 1998, el Consejo Escolar de Santa Ana nombró una escuela nueva en honor de Gonzalo y Felicitas Mendez. La exposición que se realizó en conmemoración del 50º aniversario de Brown v. Board of Education en el Museo Nacional de Historia Americana del Instituto Smithsoniano incluyó detalles del caso Mendez v. Westminster también. En el 2004, se rindió homenaje a la familia Mendez en la Casa Blanca por haber jugado un papel tan importante en la historia de los derechos civiles de Estados Unidos.
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