¿No le resultaría agradable recibir inesperadamente una herencia de algún pariente o amigo que había perdido de vista? Rara vez sucede. Si recibe un aviso por correo de alguien que se ocupa de localizar herederos, en el que le dicen que hay una herencia sin reclamar que le pertenece, tenga mucho cuidado. Podría ser objeto del ardid de un hábil estafador.
Estos inescrupulosos delincuentes de guante blanco se autoproclaman “especialistas en investigaciones”, pero no lo ubicaron a usted mediante investigaciones. Usted es una de miles de personas de todo el país que es objeto de esta correspondencia masiva. Muchos de los destinatarios de tal correspondencia caen en la trampa de enviar un pago de $30, o más, para obtener un informe de sucesión. Todas las personas que forman parte de esa lista para envíos postales reciben la misma información, por lo que usted no tiene probabilidad alguna de ser el heredero.
Puede protegerse verificando otras fuentes antes de enviar los fondos en respuesta a tal solicitud. Por lo general, aquellas personas que son designadas para distribuir los fondos de una sucesión a los herederos con derecho a ello no solicitan que se les pague algo para averiguar qué parte de la herencia le corresponde.